collettivo culturale tuttomondo Cesare Pavese mestiere di vivere
L’unica gioia al mondo e’ cominciare.
E’ bello vivere perche’ vivere e’ cominciare, sempre, ad ogni istante. Quando manca questo senso per prigione, malattia, abitudine, stupidita’, si vorrebbe morire. E per questo che quando una situazione dolorosa si riproduca identica o appaia identica nulla ne vince l’orrore.
Chi non sente il perenne ricominciare che vivifica un’esistenza normale coniugata, e’ in fondo uno sciocco che, quant’unque dica, non sente nemmeno un vero ricominciare in ogni avventura, la lezione e’ sempre una sola: buttarsi a capofitto e saper portar la pena.
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La única alegría en el mundo es comenzar.
Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando falta esta sensación -prisión, enfermedad, rutina, estupidez- uno quisiera morir.
Y por eso cuando una situación dolorosa se reproduce idéntica -parece idéntica- nada vence su horror.
Quien no siente el perenne recomenzar que vivifica una existencia normal y conyugal es, en el fondo, un necio que, por mucho que diga, tampoco siente un verdadero recomenzar en cada aventura.
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Cesare Pavese
da Il mestiere di vivere, diario 23 novembre 1937 – fragmento El oficio de vivir : diario 1935-1950
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foto Jack Montgomery – fair use
Cesare Pavese (Santo Stefano Belbo, 1908 – Turín, 1950) fue un escritor italiano, uno de los más importantes del siglo XX.
Durante toda su vida, Pavese tratará de vencer la soledad interior, que veía como una condena y una vocación. Se suicidó a los cuarenta y dos años de edad. Su gran amigo el escritor Davide Lajolo describió, en su libro El vicio absurdo, el malestar existencial que envolvió siempre su vida.
La narrativa de Pavese trata, por lo general, de conflictos de la vida contemporánea, entre ellos la búsqueda de la propia identidad, como en La luna y las fogatas (1950). Pavese (que vivía con una hermana) se suicidó en una habitación de hotel en Turín, después de haber recibido un premio literario por su libro El bello verano (1949). Su diario se publicó póstumamente, en 1952, bajo el título El oficio de vivir, y concluye con la frase anunciadora de su decisión personal … siga leyendo Wikipedia
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